“Si algo nos va a salvar van a ser ellos.” Tenor literal. “Ellos” son los de VOX. Los más avisados habrán identificado a la autora de la frase. Era periodista, ya muy mayor cuando pronunció esas palabras, en el curso de una entrevista para ok diario realizada en 2019. La concedió con la condición de que se publicara después de su muerte. Pero lo dijo, y no rectificó. Se llamaba Menchu Álvarez del Valle. Fumaba como una descosida, sin hacer caso a los consejos de su nieta, cuyo marido era más tolerante, teniendo en cuenta la edad de la abuela aquel 7 de diciembre de 2019, un mes después de las elecciones generales que dieron como resultado el Gobierno al que ahora quedan dos meses mal contados. Menchu Álvarez había sido toda su vida locutora de Radio Nacional de España en Asturias, y cuando concedió la entrevista en cuestión vivía en Ribadesella, adonde iba de vez cuando la Familia Real española a echarle una vuelta. Sí, la abuela lo era de la Reina Doña Letizia, por parte de madre.
En honor a la verdad, la abuela
matizaba que no todos los líderes de VOX le gustaban. Principalmente
simpatizaba con Santiago Abascal; otros le parecía que hacían las cosas “regulín”,
y hasta habló de “miedo”. Pero la conclusión era la que encabeza este artículo,
nada menos. Cualquiera puede oírlo de su boca porque la entrevista está colgada
en Internet en versión audiovisual.
En aquel momento, no habíamos
llegado, ni de lejos, a donde estamos ahora. Sánchez nos había asegurado que
dormía tranquilo, pero ya había hecho de las suyas, y lo que se anunciaba desde
Podemos o desde el golpismo catalán no debía dejarle dormir a la abuela de la
Reina muy apaciblemente.
La actualidad de esa frasecita hace
de ella un vozarrón de ultratumba para una España aún profundamente dividida pero
que despierta a ojos vista. Y sobre todo es un zamarreón al partido que reflotó
el pasado domingo para que no actúe, en el fondo, igual que el autócrata de La
Moncloa. Si yo viniera de las tinieblas del bosque y me encontrara en un claro
con un compañero de viaje más bajito que yo, lo último que haría es invitarle a
volver a la espesura y quedarme solo con mi estatura. Porque podemos ser muy
altos, pero cuantos más ojos amigos dominen mis espaldas, menos probabilidades
tendré de que me doblen las rodillas y me vaya al suelo. El PP no debe olvidar
nunca que la especialidad de Sánchez —y de algunos de enfrente— es la traición.
Nuestra fragilidad es siempre la retaguardia, como ocurría en el colegio cuando
formábamos en las filas y nuestro compañero de atrás nos metía las rodillas en
las canillas. ¿Recuerdan la sensación de indefensión? Con VOX a su lado,
vigilante, el PP dominaría 360 grados. Solo y expuesto además a las puñaladas
propias, tiene el peor flanco descubierto. Está muy bien mirar al futuro. Eso
da esperanza. Pero siempre está mejor hacerlo tras haber asegurado que la
barbarie en la que ha incurrido el Gobierno de España durante estos tres años y
medio no volverá.
Certero análisis como de costumbre.
ResponderEliminarLos abuelos solemos ser bastante certeros.
ResponderEliminarManuel
ResponderEliminarHe leído varias veces las sensatas reflexiones. Dudo acepte el PP a Vox como un Pepito Grillo, tal vez obnubilado por el síndrome del vanidoso triunfador. El PSOE volverá en cualquier momento a mostrar su control disciplinar movilizando con sus consolidadas estructuras las ‘delicias’ de la partidocracia. El señor Sánchez ha exhibido la impunidad de sus actos y el desprecio narcisista ante el aborregamiento de sus huestes.
Yo prefiero que me salve directamente el Salvador. No me gustan las triangulaciones. ¿Para que querria que me gobernase el Pp vigilado o aconsejado por VOX? Mejor que directamente sea VOX quien gobierne y el Pp aprenda.
ResponderEliminarMe ha encantado como siempre el artículo, "Si alguien nos va a salvar son ellos" de la abuela Menchu y como abuelo, también, comulgo con bastantes ideas suyas. Gracias por avivar nuestro deseo de la buena lectura.
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