Son algunos, pocos, de los datos que la Hermandad sevillana
de Pasión destina a la caridad, según figura, al alcance de todos, en la
revista Iglesia en Sevilla, número 189, semana del 27 de enero al 2 de febrero
de 2019; es decir, la última edición. Como sospecho que doña Rocío Ruiz,
flamante consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, no frecuenta
las iglesias, le facilito estos datos porque en la página web archisevilla.org
puede consultarlos. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión creó en el
año 2008 una fundación asistencial para ampliar las labores de la Diputación de
Caridad. Así reza en la página 10 de la antedicha publicación. Intentaban los
hermanos de Pasión “dar respuesta al mayor número posible de problemas sociales
de nuestro entorno. Para ello necesitábamos allegar nuevos recursos tanto de
instituciones públicas como privadas”. La movilización de estos hombres y
mujeres que cada Jueves Santo visten la túnica de la Merced por las calles de
Sevilla, dando testimonio de su fe en acto penitencial ha permitido multiplicar
por cinco en seis años la acción y el número de beneficiarios, en buena parte
sobre la base de la búsqueda de subvenciones.
Así como lo leen. De un cesto de servicios y ayudas sociales
de 40.000 euros en 2011 se han sacado 200.000 en 2017. Del mismo cesto, que
contenía 15.000 kilos de alimentos hace seis años, han salido 75.000 kilos.
Pasión ayuda con lo básico a personas sin recursos o en riesgo de exclusión
social integradas en 400 familias, presta auxilio a “instituciones que atienden
a colectivos especialmente vulnerables”, ofreciendo aportaciones económicas a “personas
en situación de pobreza, exclusión y marginalidad”.
Pero más allá de los datos, en un mundo en el que tantas
estadísticas son manipuladas, está la dedicación personal, el voluntariado, “desde
la creencia de que es posible transformar la sociedad y hacerla más justa con
el concurso de personas que pueden entregar su tiempo, sus capacidades, su
voluntad y su compañía a quienes lo necesitan”. Y ahí le duele, señora
consejera. No sólo catalizan los donativos y las subvenciones para acercarlos a
quienes lo necesitan, lo cual ya requiere a un “personal” desinteresado que
hace posible el milagro, sino que en esto hay gente dispuesta a entregar su
vida, día a día, por los demás. ¿Le suena, señora consejera? ¿Y por qué lo
hacen? Continuemos leyendo en la página 10 de “Iglesia en Sevilla” lo que nos
cuenta el hermano mayor de Pasión: “Como cristianos, debemos poner en la acción
social algo más que dar, que es relativamente fácil; lo difícil es darnos a
nosotros mismos. Ahí es donde reside la auténtica caridad cristiana. Todos los
hermanos de Pasión y las personas que compartimos la fe y esperamos ser mejores
cristianos estamos llamados a esta misión.”
Y como obras son amores, tome nota, por favor,
señora consejera: Pasión ha puesto en marcha un hogar para chicos procedentes
de familias desestructuradas, “donde reciben no sólo casa y comida, sino, sobre
todo, cariño.” Y, por si fuera poco, ha montado un centro para discapacitados
psíquicos “con el que, además de ayudar económicamente, se comparten vivencias
como excursiones o fiesta de Reyes”.
Pero no acaba ahí la eficacia solidaria de Pasión. “Abogados
de la Merced”, la “estrella” del año 2018, es la manera que tiene la Hermandad
de celebrar VIII centenario de la Orden Mercedaria. Su finalidad es “visitar a
los encarcelados”, en sentido amplio, o sea, prestar asistencia, orientación y
asesoramiento jurídico a los internos de cara a su reinserción social. ¿Le
suena esto también, señora consejera?
Pero nada más lejos de la realidad pensar que todo esto ha
envanecido a los cofrades. Nada de eso. “Deberíamos trabajar aún más por
extender la acción de caridad y por potenciar eficazmente la formación
cristiana. No es lógico que a las actividades de formación acudan tan pocos
hermanos. Si las hermandades deben sustentarse sobre tres grandes pilares —culto,
caridad y formación—, estos deben ser iguales en tamaño y potencia para
sostener una verdadera hermandad de cristianos, para que, desde una vida de
auténtica hermandad, seamos capaces de evangelizar con nuestras acciones.”
Añado yo: Un cristiano ha de ser ante todo, aprendiz de la
misericordia divina. Por tanto, hemos de dar un margen de confianza a la señora
consejera para que, con sus hechos y sus palabras, demuestre que aquellas otras
palabras de antaño, estampadas negro sobre blanco y gravemente ofensivas para
los cofrades, han quedado superadas por el tiempo y la rectificación. El caso
de Pasión, con ser meritorio, no es, ni mucho menos, único. Tampoco es
extensible a todas las corporaciones nazarenas, desde luego. Pero está ahí, es
un hecho incontestable. Es la verdad. Mucho más veraz que aquel artículo
lamentable por el que cualquier persona pública, que representa y se debe a una
comunidad de ocho millones de ciudadanos, debería pedir disculpas claras,
contundentes y lacradas con el marchamo de su conducta.
Digo yo.
no puede ser mas acertada la reflexión , a veces las personas publicas debían medir mas sus palabras, estou seguro que muchos votantes de ciudadanos se habran sentido ofendidos con esa declaraciones
ResponderEliminarno puede ser mas certero el articulo, a veces las personas publicas deberían medir mas sus comentarios , que bien , por desconocimiento o por hacerse notar, reflexionan sobre cosas que en su mayoria de veces desconocen , o se quedan con la superficialidad, estoy seguro que a muchas de ls persona votantes de ciudadanos , no le habrá hecho ninguna gracia el comentario , la señora consejera debería saber que aquí en esta tierra ,no deben tocarse ciertas cosas sin tener todas las cartas en la mano.
ResponderEliminarMagnífico artículo Angel, cualquiera es político hoy en día
ResponderEliminarGran artículo, Ángel. Enhorabuena por luchar contra la injusticia.
ResponderEliminarMagnífico artículo Ángel.
ResponderEliminarGracias por dar a conocer los datos de Caridad de una hermandad como Pasión y las declaraciones desafortunadas de nuestra flamante consejera de Ciudadanos... Gracias a Dios ya se van conociendo cómo se las gastan estos políticos.