No es, como dicen, porque nos asome al precipicio de la deriva hitleriana. Cualquiera que se haya tomado la molestia de acudir a las fuentes documentales del partido y del pasado para cotejarlos desapasionadamente ha podido comprobar cuán lejos, es más, cómo de contrarias son sus tesis a las que trajeron tanto mal, y con él tanto sufrimiento, a los predios europeos. Y es que combatir al comunismo no es aliarse con el fascismo, por más que los comunistas de cualquier nomenclatura así lo repitan hasta la saciedad. Es, en realidad, todo lo contrario: optar por la libertad, como ha quedado palmariamente claro a la hora de elegir lema electoral por la mujer del Partido Popular en Madrid. Victoriosa sin cuento, por cierto.
Si lo saben, si no ignoran que no
hay ni un solo elemento de juicio objetivo que permita asociar las propuestas del programa de VOX a los extremismos violentos que arrasaron el
siglo XX —incluyendo, obviamente, los de índole izquierdista, que tantos
muertos soportan, por mucho que lo oculten— ¿por qué le atacan de forma tan
excluyente y virulenta? ¿Precisamente por eso? Yo creo que sí.
El rapto onírico sufrido por el
vicepresidente de la Junta de Andalucía y hombre de Ciudadanos en el Sur de
España, Juan Marín, advirtiendo a VOX que “mientras él esté donde está en
Andalucía no se escuchará el Cara al Sol” es una muestra de libro de cuanto
digo. Tal vez el socio del popular Moreno haya confundido el himno de Falange
con el Nacional, lo cual revelaría una extraña supervivencia adolescente en
alguien ya entrado en años y un cuadro de vasos comunicantes a nivel
inconsciente digno de mejor estudio que este pobre artículo mío. Marín sabe que
VOX ni es Falange ni pretende parecérsele. Todo lo contrario. Que haya gente de
corte joseantoniano en VOX es algo que no sólo no sabremos sino que en caso de
ser así formaría parte de esa libertad que, al parecer, los líderes naranjas no acaban de entender y que recuerda mucho a aquellas palabras de Zapatero sobre la
existencia en el PP de miembros de la “derecha extrema”.
Ante un exabrupto como ese,
Moreno —el Partido Popular— calla y otorga. O sea, que ambos temen a VOX
echando mano de embustes de la peor calaña, que sólo encubren desesperación
electoral. Moreno sabe que gobierna con un cadáver político a su lado, y el
cuerpo inerte de Cs busca la mortaja de un PSOE con el que —no lo olvidemos
nunca— gobernó media legislatura.
A nivel nacional, el espectro es
idéntico. Socialistas, comunistas y separatistas saben que no tienen enfrente a
una formación dispuesta a la lucha callejera ni al desfile por la Gran Vía
enarbolando banderas con esvásticas, como ellos hicieron con las republicanas y
la rojas estampadas con la hoz y el martillo, hace sólo unos meses. Entonces,
¿a qué temen? Intento resumirlo.
Temen a que la verdad, histórica
y actual, quede al descubierto y se actualice el conocimiento público de los
horrores cometidos durante décadas por esos antepasados ideológicos de los que
tanto blasonan, hasta desatar la espiral de carnicerías que fue la guerra
civil. Temen a verse abocados a confesar que sus proyectos han fracasado, que
los españoles se sienten cada vez más abandonados y exprimidos mientras buscan
sin encontrarlos referentes morales que justifiquen sus impuestos, multas y
desatenciones. Temen que la ebullición de rabia que amenaza con estallar o
desbordarse y a la que sólo le queda la alternativa de VOX les coma tanto
terreno que, sí o sí, tengan que contar con estas tres letras para gobernar u
oponerse a un gobierno. Temen que el egoísmo en el que se han apoyado hasta
hoy, porque al fin y al cabo sólo le han ocupado la casa al vecino (a mí no),
sólo se ha quedado sin trabajo el compañero (yo no), sólo es imposible
escolarizar en español a la familia que vive en Cataluña (a mí no), sólo se
queda sin saldo para pagarse el gasoil el camionero que vive en la otra
barriada (yo no) o sólo ha atacado una manada (imposible saber su nacionalidad
si no son españoles) a la hija de un rico (a la mía no) y tantos otros “a mí
que me registren” en los que —insisto— se ha cimentado hasta hoy la política
“solidaria” de unos y otros (claro que más unos que otros), fomentando la
ecología del igualitarismo parasitario, esté tocando a su fin porque hay un
portavoz que, en alta voz, sin miedo a nada ni a nadie, reclama su oportunidad
para representar a toda esa gente y hacer algo por ella antes de que todo esto
reviente.
Impoluto, franco y certero análisis de la actualidad política. Gracias, don Ángel, por dignificar con su pluma a nuestra querida España.
ResponderEliminarLos ciudadanos demócratas de derechas (ojo, no hay una sola derecha) necesitan análisis de la situación por la que atraviesa nuestra nación española como este. Valientes, claros, inteligentes y contundentes; que hagan frente al insidioso "agitprop" de los medios, dominantes en el panorama nacional, merced en buena parte, a la cobardía y falta de visión del rajoyismo. Las derechas tienen que aprender a fajarse en el combate de la "guerra cultural", enl el que las izquierdas llevan una gran ventaja histórica. El Gobierno, el poder, no se alcanza y conserva, solo con buena gestión de los asuntos públicos, especialmente de la economía. La ideología también cuenta, mejor tal vez la contraideología. Las izquierdas son maestras en la producción ideológica, así tienen contaminada la cultura; por eso hacen falta los análisis que deconstruyan esos constructos ideológicos, basados casi siempre en la mentira y las falacias. Por supuesto, algo que no comprenden las derechas, además conviene tener buenos altavoces, los medios.
ResponderEliminarPerfecto y certero l comentario. Gracias.
EliminarBuenas Ángel,
ResponderEliminarComo siempre un artículo acertado y lleno de sensatez Le doy las gracias porque pone razón y cordura ante el silencio de los medios de comunicación que siempre obedecerán a la mano que le da de comer; es decir, los medios de comunicación. Estos, por supuesto, nunca dirán nada incómodo aunque vean la verdad.
Solo espero que aquel partido que usted describe tan bien en su blog sea, de verdad, un partido que defiende valores y virtudes cristianas. Dios lo quiera.
Lo del miedo es cierto. Como lo es que nadie lee ni comprueba nada. Un abrazo
ResponderEliminarGenial. Miedo tienen y no saben ya cómo quitarse lo que les viene dentro de poco. Un saludo.
ResponderEliminarGenial. Vox solo pide lo razonable, menos subvenciones, menos funcionarios por duplicidad de funciones, menos politicos con lo cual nos ahorrariamos centenares o miles de millones de euros, menos coches y menos impuestos . Con eso los españoles aumentariamos nuestro nivel de vida TODOS, no solo los vividores de nuestros impuestos.
ResponderEliminarDon Ángel, mi más cordial enhorabuena. Un articulo de lo más lucido y claro que he leído en los últimos tiempos sobre la realidad española. Ojala se cumplan su predicciones. Viva España, y sólo queda Vox.
ResponderEliminarMis más cordiales saludos.
Excelente análisis que justifica en buena medida la hostilidad hacia VOX del resto de partidos, sin olvidar sus recelos hacia un partido independiente, no sometido a ningún dictado, sólo guiado por la defensa de su patria, como es VOX, frente a quienes se someten sumisos a oscuros intereses
ResponderEliminarHan subestimado al pueblo. Hay una calma tensa e inquietante, pero el odio que están alimentando a base de miedo y fragmentación social se va fraguando. Vox es el único partido que representa a toda esa masa de gente sin complejos con ganas de oír más España.
ResponderEliminarCompletamente de acudrdo, Angel. Lo que se está viviendo en España, se percibía desde hace años. Los papeles los tienen muy bien repartidos. Un abrazo.
ResponderEliminarTodo está muy bien, pero no olviden que todo depende de si vuelve a haber otro pucherazo indecente como el de las anteriores elecciones o no. Y es que los españoles desgraciadamente tenemos muy poca memoria...
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